El conflicto de 2011 por la construcción de una carretera que atravesaría el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) sacó a relucir las serias contradicciones entre el discurso del Gobierno y las políticas de desarrollo que ejecutaba y promovía. Este conflicto desnudó la política económica y desarrollista del Gobierno del MAS, poniendo de manifiesto problemas importantes en tres ámbitos: el respeto a los derechos de los pueblos indígenas; el manejo de Áreas Protegidas y Parques Nacionales; y, la formulación de políticas públicas de desarrollo económico plurales y dirigidas a los sectores vulnerables del país. El conflicto del TIPNIS, con carácter de movilización popular, frenó la construcción de la carretera y se convierte en la primera lucha ecológica en Bolivia; de alguna manera llegó a “ecologizar” Bolivia, al igual que la primera marcha indígena hizo que Bolivia descubriera la presencia relevante de los pueblos de tierras bajas.